El Mazo de Livingo ha vuelto para quedarse. Hace un tiempo recluido y considerado propio de cocinas antiguas, la necesidad de la utilización de un Mazo en todo tipo de recetas ha hecho de él un elemento imprescindible. Los Mazos normalmente se componen de madera o acero inoxidable y, a decir verdad, resultan sumamente económicos. Se utilizan sobre todo en la elaboración de pasteles de carnes, rollitos o relleno de pollos. Con un mazo se consigue, al contacto con la carne, que esta quede bastante tierna y jugosa. Para la correcta utilización de un Mazo, los filetes se pondrán sobre la encimera envueltos en film transparente. Se darán pequeños golpecitos con el Mazo sobre la misma. Además, luego permiten una cocción rápida perfecta para utilizarse en san jacobos o milanesas. Por ello, seguramente cuando use el Mazo tenga al lado un buen Libro de Cocina para no perderse ningún detalle de la receta. Asimismo, puede rematar la faena con una buena Copa de Vino Blanco, para beberla con la comida o para echarla sobre la carne.
En Livingo, gracias a Weis y a otras fabulosas marcas, encontrará todos los modelos actuales disponibles en el mercado. Para comprender en toda su extensión el mecanismo de este objeto, baste decir que se compone de un mango y una cabeza hueca cuadrada con picos o puntas en su interior. Se utilizan sobre todo con carnes especialmente duras para facilitar tanto la masticación como la digestión. La parrilla y los fritos son los principales tipos de cocinado donde mayormente se usa. Se emplean, sobre todo, en la cocina judía y norteamericana.
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